Disfruta la experiencia

 Asistí a unas sesiones de Reiki impartidas por la maestra Ainara y la verdad es que me causaron una impresión un tanto sorprendente. Digo esto porque ninguna de las tres sesiones que hice se parecieron entre sí.

La primera me hizo resaltar el sentido del cuerpo: temperatura, relajación, noté como se abrían los diferentes canales, algún momento incómodo por un músculo algo cansado y cierto cosquilleo en los pies.

En la segunda sesión tuve una experiencia de consciencia pues observe colores, reflejos, algún tipo de luz o resplandor y me tuvo muy pendiente de la parte psíquica y menos física.

La tercera sesión fue más espiritual o de abandono a una relajación de bienestar y olvidando sensaciones, viviendo el ritmo de la respiración y disfrutando de la experiencia.

Tras estas sesiones si observe que en los días posteriores tuve que adaptar mi ritmo, mis percepciones e incluso diría que me tuvieron un poco alterada. Al cabo de unos 10 días volví a sentir el bienestar.

Mi recomendación es que, el Reiki, como casi todo en la vida, requiere disciplina y ganas de avanzar en el autoconocimiento. Lo ideal es asistir a esas primeras sesiones y luego mantenerse según sea el criterio de la maestra o sanadora.

Ainara me ha resultado una persona cálida y cercana que deposita su saber y su entusiasmo en cada sesión. Yo os la recomiendo de corazón.