¡Hola, soy Ainara!
Comencé a practicar Reiki hace ya más de 15 años, e inmediatamente experimenté sus maravillosos beneficios. Desde entonces, forma parte de mi vida diaria. El Reiki me aporta paz, serenidad, hace que vea el mundo con un espíritu más positivo, me ayuda afrontar situaciones difíciles, me conduce por el camino de la gratitud, y todo ello redunda en una mejor salud.
En 2014 abrí Reikiaiumi con el propósito primordial de enseñar Reiki. Y desde entonces imparto cursos mensualmente en un entrono intimo y agradable.
Gracias al Reiki, he visto recuperaciones increíbles, incluso yo todavía me sigo sorprendiendo! y he contribuido a que muchas personas se sientan mejor y mejore su calidad de vida. Soy maestra Shihan de la escuela Jikiden Reiki, cuya oficina central se encuentra en Kioto, y estoy certificada para poder impartir estos cursos y ofrecer a mis alumnos su titulación oficial, reconocida a nivel mundial. He tenido la gran satisfacción de conocer gente maravillosa alrededor del mundo Reiki. Cada curso que imparto supone una gran satisfacción para mí, me llena de agradecimiento.
Me encanta ver las reacciones de las personas, cuando sienten la energía por primera vez en sus manos, la complicidad y buena energia que se genera entre compañeros durante los cursos, y sobre todo, la alegría de saber la riqueza que se llevan para toda la vida con esta gran herramienta, que les motiva a buscar su propia sanación y la de los suyos.
Involucrada en el apasionante mundo de la energía, decidí formarme en Qi Gong y completar conocimientos con la sabiduría que ofrece la Medicina Tradicional China, incluida la Acupuntura. Siempre estoy buscando nuevas formaciones o vías con las que poder ayudarte a encontrar tu camino al bienestar.
En consulta combino diferentes terapias, eligiendo la que mejor se adapte a cada persona, siempre con la finalidad de encontrar su equilibrio emocional, y el camino a su bienestar.
Para despedirme, quiero compartir contigo este proverbio japonés:
Shinrin-yoku 森林浴
Literalmente quiere decir baño forestal, y es el acto de adentrarse en el bosque donde todo es silencioso y tranquilo. Tiempo para sentir la energía, vivir los olores que nos ofrece la tierra y respirar la calma, la paz. Así es como siento yo el Reiki.
Gassho!